domingo, 8 de enero de 2017

Lotería

No fue miedo a que lo señalaran con el dedo o a que lo asaltaran. No le temía a la envidia ni a que fuese visto como un vago jugador. Sin embargo, no fue a retirar su premio cuando ganó la lotería después de veinte años de apuestas. El día de cobro se dio cuenta que no tenía ningún sueño en qué gastarlo.

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